Padres orgullosos de las andanzas de vuestros hijos, atentos, YouTube ha comenzado a pagar importantes sumas de dinero por esos vídeos que se convierten en todo un fenómeno de visitas gracias al efecto viral de la red.
Es el caso de Howard Davies-Carr, un padre que tuvo la feliz idea de colgar en YouTube un vídeo de apenas un minuto en el que su hijo Charlie mordía repetidas veces el dedo de su hermano Harry.
Esta tierna estampa ha sido vista casi 400 millones de veces en YouTube y ha reportado a la familia un beneficio de más de 116.000 euros.