Hay tres amenazas claves que se dirigen contra las empresas actuales. Cada una puede variar en su impacto y forma de entrega, yendo desde una mera molestia hasta crear daño duradero a la imagen, negocio o activos de una compañía:
- Infección de malware
- Fugas de información confidencial
- Perjudicar la imagen de su empresa por medio de Internet
Siete recomendaciones de seguridad
Las siguientes recomendaciones están diseñadas para proteger a las empresas de las tres amenazas enlistas anteriormente. Todas las empresas deben tener:
1. Políticas para controlar el acceso a y gestión de las redes sociales por parte de los empleados. Esto es esencial porque las redes sociales son un vector posible de ataques contra la red de la empresa. Por ejemplo, si una compañía protege su perímetro contra ataques de malware pero no tiene un control adecuado del acceso a las redes sociales, el descuido de un empleado puede llevar a que el malware infecte la red de la empresa y cause significativas pérdidas económicas directas o indirectas. Las redes sociales también pueden permitir fugas de información por parte de empleados que voluntariamente comparten información con terceros.
2. Políticas para gestión y control de dispositivos USB. Hoy, los dispositivos USB son el medio primario para almacenar diferentes tipos de información. Pueden ser utilizados por un empleado malintencionado que busca robar la información más crítica de un negocio. Esto conducirá a fugas de información que podrían causar importantes pérdidas económicas o daños a la reputación de una empresa.
3. Política de encriptación de datos. Cualquier información que esté almacenada fuera del perímetro de la empresa, especialmente en dispositivos móviles tales como smartphones, computadoras portátiles y netbooks, definitivamente debe cifrarse, dado que dichos dispositivos pueden olvidarse, perderse o inclusive ser robados fácilmente. Cualquier información almacenada en estos dispositivos podría potencialmente caer en las manos equivocadas y causar muchas complicaciones, tanto para su empresa como para terceros. Por ejemplo, si la información incluye datos confidenciales acerca de los clientes de la compañía, esto podría socavar considerablemente la confianza entre su empresa y sus clientes.
4. Políticas de seguridad anti-malware. El malware en general, especialmente aquel que busca robar información confidencial, como contraseñas, PINs y datos necesarios para acceder a sistemas que requieren de autenticación, continúa creciendo exponencialmente cada año. Las empresas deben tomar seriamente la seguridad contra el malware y no deben conformarse con cualquier sistema anti-virus. La empresa de hoy requiere de un paquete de seguridad en Internet que proteja contra varios tipos de malware moderno, tales como código malicioso de día cero, ataques de hackers contra la red, spam, phishing y otras amenazas en línea. Un sistema de anti malware moderno y avanzado debe ser flexible, rápido y poderoso para que no sólo arregle los sistemas infectados, sino que también prevenga ataques antes de que éstos echen raíces.
5. Políticas de seguridad para la Web. La mayoría de las empresas hoy en día tienen sus propios sitios Web y la seguridad de éstos debe tomarse muy en serio. Si los hackers atacan el sitio Web de una empresa, pueden dañar severamente la imagen de la mísma. Imagine que pasaría si su sitio Web es alterado o desfigurado (un llamado “deface”) por un usuario malicioso. Sus clientes visitan su sitio, ven que ha sido comprometido y asumen que usted no sabe como manejar la seguridad de su sitio. Podría causar un enorme daño a la imagen de su empresa, especialmente cuando usted maneja datos personales de los clientes o proporciona servicios relacionados con la seguridad. Los clientes podrían pensar que si su empresa es incapaz de garantizar su propia seguridad, ¿por qué deberían dejarla manejar todos sus valiosos datos personales? Por otra parte, algunos criminales no modificarán o cambiarán el contenido visual del sitio de su empresa. En su lugar, incorporarán algún programa malicioso que infecte a todos los visitantes del sitio.
6. Políticas de actualización de software. Muchos de los problemas que aquejan a las computadoras hoy, tales como fugas inoportunas de información e infecciones de software malicioso, ocurren porque los ciber criminales aprovechan las vulnerabilidades en los sistemas operativos y aplicaciones instaladas en estas máquinas. Muchas de estas complicaciones podrían evitarse con instalar las nuevas actualizaciones conforme los fabricantes de software las publiquen. Es importante que estas políticas sean manejadas y monitoreadas automáticamente, ya que permitirán ahorrar dinero en costos reactivos de mantenimiento y otras pérdidas.
7. Entrenamiento adecuado del personal. Sus sistemas pueden estar completamente blindados, pero no debemos olvidar que, en última instancia, quienes los operan son seres humanos. En muchos casos, surgen problemas como resultado de este elemento humano, ya sea por motivo de simples errores o por una falta de conocimiento y de las mejores prácticas necesarias. El personal de la empresa debe ser entrenado en el manejo correcto de la información, incluyendo cómo actuar en situaciones específicas, cómo seguir las políticas y procedimientos de seguridad de la empresa, cómo evitar software malicioso al ser diligente y cuidadoso y, si ya es demasiado tarde y el software malicioso ha penetrado la red, cómo actuar correctamente para asegurar los datos y prevenir pérdidas adicionales.
Los ciber criminales buscan constantemente datos que sean valiosos y puedan generar una ganancia fácilmente, mientras que las empresas siempre han sido repositorios de grandes cantidades de datos valiosos y, frecuentemente, confidenciales. Las empresas son blancos grandes, visibles y públicos con hardware, recursos y activos que frecuentemente hacen que los ciber criminales se mueran de la anticipación. El usuario empresarial de hoy debe contar con un paquete de seguridad de Internet que lo proteja contra diversos tipos de software malicioso moderno, incluyendo malware de día cero, ataques de hackers a nivel de red, spam, phishing y otras amenazas contra la integridad de su información. Un sistema avanzado y moderno contra el malware tiene que ser flexible, rápido y poderoso para poder no sólo arreglar los sistemas infectados sino prevenir ataques antes de que éstos echen raíz.